Benito
Quinquela
Martín
Obra del artista expuesta en la Pinacoteca
Benito Quinquela Martín
"Fábrica en actividad"
Aguafuertte
1940
48,5 cm x 64 cm
Benito Quinquela Martín
"Día de trabajo"
Aguafuerte.
1965
Nació en Buenos Aires el 1 de marzo de 1890, y murió el 28 de enero de 1977.
A poco de nacer fue abandonado en la Casa Cuna. A los seis años, fue adoptado por la familia Chinchellla, apellido con el que firma las obras de su primera época.
Los Chinchella constituían una humilde familia de inmigrantes genoveses que tenían una carbonería en el barrio de La Boca.
Benito Quinquela Martín, en su infancia y adolescencia, alternó sus estudios de pintura con las tareas de la carbonería.
Estudió en una escuela nocturna y en la Unión de La Boca, donde conoció a Juan de Dios Filiberto, su entrañable amigo.
Cursó sus grados de la escuela primaria en la Escuela Nº 4 D.E IV.
Su nombre completo era Benito Juan Martín Chinchella.
Se inició haciendo retratos para la gente del barrio.
Recorrió y exploró los paisajes de La Boca, Barracas y la Isla Maciel. Por consejo de Facio Hebecquer, decidió pintar marinas, enfrentándose al Riachuelo.
Sus primeras obras tienen influencias impresionistas como son sus encuadres y posturas..
Su inclinación hacia los empastes densos y el uso intensivo del amarillo en los años 20, lo vinculan a Courbet y van Gogh. Su expresionismo se acentúa más tarde con el uso de los colores "fauves", una visión de la realidad que privilegia lo subjetivo y un compromiso social y didáctico del arte.
En un período más avanzado, "el hombre que ocupaba un lugar secundario, adquiere papel protagónico pero subordinado al entorno. Representado por una línea ágil y rápida, sin individualizaciones ni detalles, transmite con sus estibadores de espaldas encorvadas y en ajetreo incesante, la condena al trabajo y el esfuerzo. Plasmó artísticamente las inquietudes y preocupaciones sociales de su combativa juventud obrera.
En la década del 30 completa el mundo obrero con temas de fuego o fraguas, en que los rostros, más detallados asemejan máscaras.
En los 60, su última etapa, reflexiona sobre la muerte en su serie "Cementerio de barcos". La figura humana desaparece simbolizada por barcos que florecen en un nacer cíclico, origen de la esperanza.
En 1920, obtuvo el segundo premio del Salón Nacional. Hizo numerosos murales (cerámica y pintura) de grandes dimensiones, en edificios públicos oficiales e instituciones privadas.
Participó activamente en la Peña del Café Tortoni de la que fue presidente.
Creó la Orden del Tornillo para "agasajar", según Rafael Squirru, a los "locos" soñadores, a quienes supuestamente les faltaba.
Otras obras del artista
Benito Quinquela Martín
"Riachuelo o Regreso de la pesca"
Óleo sobre hardboard
59 cm x 69 cm
M.N.B.A.
Benito Quinquela Martín
"Calentadores de chapa en el astillero"
Óleo sobre tela
1932
250,5 cm x 200,7 cm
M.P.B.A de San Juan
Benito Quinquela Martín
"Después de la explosión"
Óleo sobre tela.
1950
183 cm x 150 cm
M.B.Q.M.
Benito Quinquela Martín
"Reflejos al atardecer"
Óleo sobre aglomerado"
1960
50 cm x 60 cm
Benito Quinquela Martín
"Elevadores a pleno sol"
Óleo sobre tela 1945
200 cm x 164 cm
M.N.B.A.
Benito Quinquela Martín
"Chimeneas"
Óleo sobre tela.
1930
125 cm x 105 cm
M.B.Q.M.