Nació en Buenos Aires en 1881 y murió el 29 de junio de 1970.

Hizo sus primeros dibujos en carbón en las veredas de Barracas, donde pasó su infancia.

Estudió en la Sociedad Estímulo de Bella Artes con la dirección de Della Valle, Sívori y de la Cárcova.

Fue consagrado con el Gran Premio de Honor del Salón Nacional y el Premio Palanza.

En 1962, cuando cumplió 80 años, el Museo Nacional de Bellas Artes inauguró una muestra retrospectiva de su obra.

Eugenio Daneri, pintó el paisaje, los seres y los objetos que lo rodearon. Realizó varios autorretratos. También ha dejado su visión del Riachuelo con las barcazas y las calles de La Boca.

Fue un colorista notable. Si bien su paleta es baja, tiene matices sutiles, de los grises más oscuros a los más claros y nacarados. 

Su obra refleja lo cotidiano: naturalezas muertas con objetos vulgares, vistas del barrio de La Boca, retratos de la hermana y autorretratos que revelan la nostalgia por la tierra paterna.

Crea el empaste y la textura por las pinceladas; según López Anaya, "Con pinceladas empastadas, texturadas, con un color discreto de matices sutiles, con una autoexpresión concentrada en la interioridad, rechazando los recursos del naturalismo academicista, Daneri, parece pertenecer a una categoría de artistas que no proyectan utopías, ni añoran idílicos pasados".

 Es fiel a la materia que trata, su untuosidad es pareja, espesa. No consigue la textura con materiales ajenos al óleo o agregados.

Los paisajes de Daneri son de contorno cerrado, aristas blandas relacionadas mediante una gama gris. Los soportes que emplea son variados: telas, cartulinas, cartones, partes posteriores de almanaques y maderas viejas.

Sus obras constituyen uno de los conjuntos más personales y clasificados de su generación.

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