Nació en Buenos Aires, el 14 de junio de 1891.

A los 16 años se recibió de maestro normal y de profesor de música. Ejerció el magisterio y dio clases de música en escuelas primarias.

Falleció en Buenos Aires el 22 de diciembre de 1937.

Se inició en la pintura como autodidacta. Fue integrante de la agrupación" El Bermellón", que funcionaba en el barrio La Boca junto a Juan Del Prete, Orlando Stagnaro, Víctor Cúnsolo y José Luis Menghi, entre otros.

Desde 1925 realizó viajes a Europa recorriendo distintos centros artísticos. Se vinculó a los jóvenes argentinos con los que conformará el grupo de París.                Paralelamente a su actividad pictórica da diversos conciertos de piano en Buenos Aires, Madrid y París.

Frecuentó el taller que Horacio Butler tenía en París, donde pintó varios desnudos. Por su parte Butler, realizó una pintura que lo representaba frente al piano. En 1928, regresaron juntos a Buenos Aires para organizar la muestra de artistas argentinos residentes en París que se presentó en Amigos del Arte.

En 1929 acompañó desde Buenos Aires a su amigo Juan Del Prete en su primer viaje a Europa y llegaron juntos a Berlín.

Concurrió a los Salones Nacionales desde 1919 y se presentó en los del interior del país con regularidad. En 1926, participó en la Exposición de Artistas Argentinos en París.

En Buenos Aires, realizó muestras individuales en la Asociación Amigos del Arte en 1926, en 1930, en la sala de la Asociación Wagneriana –invitado por Alfredo Guttero– y en 1934 en la Galería Müller.

En 1930 obtiene el Segundo Premio del Salón de Arte de Rosario. En el Salón Nacional es distinguido con un premio estímulo en 1935 por el Retrato de Clelia Pissarro y el Premio "Cecilia Grierson" en 1936. Este último lo gana con la obra Retrato de niña, actualmente en el Museo Eduardo Sívori.

Pissarro trabajó la figura, mayormente femenina, paisajes, naturalezas muertas y retratos, dejando numerosos dibujos, aguadas, acuarelas y óleos.

En una primera época pintó con una materia gruesa que, con el tiempo, fue adelgazando hasta volverla extremadamente leve, para jugar con una manera casi abocetada.

La síntesis del dibujo, la libertad de la pincelada, la transparencia y la diafanidad del color, tornan su obra fresca y etérea, a la vez que intensamente expresiva.

Las influencias de Cézanne y de Matisse, se evidencian en algunas de sus obras, a raiz  de sus viajes a París.

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