Nació en Buenos aires el 4 de enero de 1884 y falleció el 9 de febrero de 1955. Recibió sus primeras lecciones arísticas con el pintor romano Ottorino Pugnalni, pasando luego a la Escuela de la Asociación Estímulo de Bellas Artes donde estudió durante cinco años bajo la dirección de Della Valle, Sívori, Giúdici y De La Cárcova.

En 1911, se trasladó a París, donde trabajó dirigido por Desiré Lucas. 

Por gestión de De La Cárcova, Victorica pudo continuar estudiando en Europa.

Miguel Carlos Victorica, cuando regresa a Buenos Aires, se afincó en la Vuelta de Rocha donde vivió hasta Integró el grupo de artistas argentinos a partir de quienes, a fines del siglo XIX, se fundaron la pintura y escultura argentinas.

Hizo su primera exposición en 1931 en Amigos del Arte y diez años después, en 1941, obtuvo el Gran premio del Salón Nacional.

Se dijo que pintaba como sentía y sentía según vivía y vivía como era.

Todos los temas desfilaron por sus telas y cartones: la figura, el desnudo, el paisaje, el retrato, el bodegón, la naturaleza muerta, degustando la pincelada sobre el lienzo.

Predominó el ejercicio pictórico sobre la preeminencia del motivo.

Espontáneo pero mesurado en el color, uniendo negros y tierras trabajó dando importancia a los valores táctiles. Hizo uso de una gama integrando los grises a los colores puros, las transparencias, los planos, el arabesco, la forma abierta, la densidad del volumen, los valores táctiles y las vibraciones tenues del color.

En su casa de La Boca pudo pintar y olvidarse de las estructuras sociales del medio del que provenía. 

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