Nació en Vittori (Siracusa), Italia, en 1888. Junto a su familia, llegó a Buenos Aires en 1908. Poco después se instaló en el barrio de Barracas. Este paisaje, con sus calles, el río y su arquitectura característica,  fue tema recurrente en sus obras.

Falleció en Buenos Aires, en 1937.

A los 19 años, comenzó su formación en La Boca, en la Academia de Pintura de la Unione e Benevolenza, junto al maestro Mario Piccione. Cúnsolo, desde su taller frente a la ribera desarrolló su estilo propio. 

Aportó una visión pura pero inquietante de la vida boquense. Perteneció a la corriente del realismo poético. Trabajó la superficie de manera esmerada pero austera.

Eludió la figura humana, rebatió el plano, trató de ver el paisaje aislándolo de toda identificación con lo pintoresco.

Todos los temas muestran una calma melancólica.

Distribuyó su paleta de gama baja con pinceladas cortas y concisas, a veces con espátula.

Analizó las cosas según la ley geométrica  sustentada por Cezanne.

Solucionó con planos lisos y abstractos las formas reconocibles.

Bucich comentó de él: "Víctor Cúnsolo, pintor de testimonios originales que vio el Riachuelo en soledades de cuantioso contenido acerca del cual cabe aún expresar juicios ponderativos exentos de artificiosidad".